San José es, “el hombre de los sueños, con los pies en la tierra”, Era el hombre de los sueños, pero no un “soñador”. “No era fantasioso”. Al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar.
No perdamos “la capacidad de soñar”, esa que tuvo San José, esa capacidad que nos permite abrirnos al mañana con confianza, a pesar de las dificultades que pueden surgir. “Soñar como sueñan los jóvenes, que son “descarados” en el soñar, y allí encuentran un camino. No perder la capacidad de soñar, porque soñar es abrir las puertas al futuro. Ser fecundos en el futuro» (Papa Francisco).