Buscamos seguridad, pero frecuentemente nos enfrentamos a la soledad y la angustia. La muerte, aunque la abordemos desde diferentes perspectivas culturales y creencias, y tratemos de eludirla o prolongar nuestra vida con todos los medios disponibles, sigue siendo una preocupación universal. Esta necesidad de una esperanza sólida de inmortalidad ha llevado a la proliferación variadas creencias . En medio de nuestras búsquedas y esfuerzos, la certeza de una vida eterna sigue siendo una profunda necesidad humana, que impulsa nuestras inquietudes y aspiraciones más profundas.
La Asunción de María es un acontecimiento que nos afecta directamente. Sobre cada ser humano destinado a morir, existe una promesa de Cristo que lo abre a una futura resurrección. El misterio de la Asunción de la Virgen nos asegura que la muerte no es la última palabra.