MARÍA, UNA HERMANA QUE NOS PRECEDE EN EL CAMINO A DIOS

Las palabras del Papa Francisco
en el Ángelus del 15 de agosto de 2024

Estimados hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy celebramos la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María y, en el Evangelio de la Liturgia, contemplamos a la joven doncella de Nazaret que, al recibir el anuncio del Ángel, se pone en camino para visitar a su prima.

Es hermosa esta expresión del Evangelio: «se puso en camino» (Lc 1,39). Significa que María no considera un privilegio la noticia recibida del Ángel, sino que, por el contrario, deja su casa y se pone en camino, con la prisa de quien desea anunciar a los demás esa alegría y con el afán de ponerse al servicio de su prima. Este primer viaje, en realidad, es una metáfora de toda su vida, porque a partir de ese momento, María estará siempre en camino: siempre estará en el camino siguiendo a Jesús, como discípula del Reino. Y, al final, su peregrinación terrena termina con su Asunción al Cielo, donde, junto a su Hijo, goza para siempre de la alegría de la vida eterna.

Hermanos y hermanas, no debemos imaginar a María «como una inmóvil estatua de cera», sino que en ella podemos ver a una «hermana… con las sandalias gastadas… y con tanto cansancio» (C. CARRETTO, Beata te che hai creduto, Roma 1983, p. 13), por haber caminado tras el Señor y al encuentro de sus hermanos y hermanas, concluyendo su viaje en la gloria del Cielo. De este modo, la Santísima Virgen es Aquella que nos precede en el camino -nos precede, Ella-, nos precede en el camino recordándonos a todos que también nuestra vida es un viaje, un viaje continuo hacia el horizonte del encuentro definitivo. Pidamos a la Virgen que nos ayude en este camino hacia el encuentro con el Señor.

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

REFLEXIONES VARIAS

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MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

22/6/2025

Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios.

La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!

Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.

Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.

En la Eucaristía el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor.

En muchos países se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio De Hoy narra el milagro de los panes y los peces (Lc 9,11-17). Más allá del prodigio, el milagro es un “signo”, y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen más cuanto más se comparten.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.