El Obispo Oscar Ojea compartió su reflexión en la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos que se realiza en Roma.
“El sínodo va siguiendo los cuatro módulos que están en el instrumento de trabajo.
En los fundamentos aparecieron con claridad dos temas importantísimos: Uno es el tema de la cercanía a los pobres y sufrientes como algo constitutivo de la sinodalidad, y que hace al fundamento de la misma.
Hay que ser cause para los que no son escuchados. Esto constituye el estilo sinodal y es constitutivo de la Iglesia.
El segundo punto de los fundamentos, que me parece importante, es haber profundizado el tema de la espiritualidad sinodal, que hace al estilo.
Avanzando en el módulo de las relaciones, la Iglesia, más que una organización, aparece como una red de vínculos. Allí se profundiza la imagen de la Trinidad; cómo son esos vínculos, cuáles son y cómo se desarrollan. ¡Qué importante es en la Iglesia tener esto como fundante!
Hoy la categoría de relación es una categoría fundamental: El querer trascender hacia el otro, porque justamente la cultura que nos invade es una cultura fuertemente individualista, entonces todo este acento es un acento contracultural. Allí aparece nuevamente toda esta riqueza que trae el sínodo de las diferentes culturas que pueblan la Iglesia y con las cuales estamos en una relación continua e importante.
En cuanto a los itinerarios, aparece primero el itinerario de la formación, el discernimiento, la toma de decisiones y la transparencia.
Tuve una intervención hoy: Es importante en el tema del itinerario, que comencemos a hablar de formación integral y compartida entre sacerdotes, laicos, religiosos. Cuando hablamos de formación, hablamos de formación en la sinodalidad, que ante todo es una formación en la escucha.
Ya nos iremos acercando al tema de la toma de decisiones y del modo de plantear el discernimiento y la toma de decisión”.