EL EVANGELIO EN LA FIESTA DE LA INMACULADA

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 26-38

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.»

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.»

María dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?»

El ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.»

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.»

Y el ángel se alejó.

Palabra del Señor.

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

Homilía  P. Oscar – 22/12/2024

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge Scheinig
Reflexión de Navidad – 23/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

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I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

En estos días en los que contemplamos el misterio de Dios hecho hombre, pidamos la gracia de saber privarnos de algo para ofrecerlo al prójimo necesitado, a fin de que todos puedan experimentar la alegría de la Navidad.

Hoy, en la fiesta de los Santos Inocentes, pensemos en los más pequeños, en todos los niños que sufren la explotación, el hambre y la guerra. Que el Señor nos ayude a protegerlos y a sostenerlos.