EL EVANGELIO DEL DÍA

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 46-50

A los discípulos de Jesús se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande.

Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, les dijo: «El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a Aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande».

Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.»

Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes».

Palabra del Señor.

«Déjense reconciliar con Dios» (2 Cor. 5,20)

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Oscar – 11/5/2025

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge – 11 de mayo de 2025

P. Obispo Jorge García Cuerva – 11 de mayo de 2025

CALENDARIO SAN CAYETANO

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INTENCIONES

Escribí tu intención, rezaremos por ella:






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    I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

    3 MINUTOS DE RETIRO

    MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

    14/5/2025

    El Jubileo es un tiempo de conversión y de renovación, un tiempo para comenzar un camino nuevo, animados por la esperanza de poder construir un mundo en el que cada uno de nosotros pueda realizar la propia humanidad en la verdad, la justicia y la paz.

    No se puede construir la paz sin #verdad, que para nosotros los cristianos no es la afirmación de principios abstractos, sino el encuentro con Cristo. La verdad permite afrontar desafíos como las migraciones, el uso ético de la inteligencia artificial y el cuidado de la tierra.

    Procurar la paz exige practicar la justicia. Es necesario esforzarse por remediar las desigualdades globales, que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades.

    La paz se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones. Midamos el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas.

    INTENCIONES DEL PAPA