NOVENA A LA VIRGEN DE LUJÁN – DÍA 5
En este quinto día de la novena, continuamos narrando los comienzos de esta gran historia de amor que marcó a fuego la piedad del pueblo argentino. Hoy narraremos la intervención de una mujer excepcional, Doña Ana de Matos.
Habiendo muerto Don Rosendo Oramas, y por algunos descuidos en su estancia, la capilla de la Virgen quedo en un área despoblada, que presentaba ciertos peligros para los peregrinos que llegaban incesantemente a visitarla. Por providencia divina, deseosa de remediar esta necesidad, y ansiosa de que se aumentase los cultos a la Purísima Madre, una señora llamada doña Ana de Matos, viuda del sargento mayor don Marcos de Sequeyra , pidió al heredero de la estancia de Rosendo, llamado Juan Oramas , cura párroco de la Iglesia Catedral de Buenos Aires, le concediese dicha Imagen, asegurándole que la cuidaría, y le haría capilla en su estancia, que estaba más cerca de Buenos Aires, a unas cuatro o cinco cuadras de donde está hoy la Basílica.
El padre Oramas accedió porque se daba cuenta que los concurrentes a la capilla robaban el ganado de la estancia. Así, doña Ana consiguió la Imagen por unos doscientos pesos.
Oración
Padre nuestro, que en la Virgen nos regalaste a una mujer de esperanza en quienes se refleja la esperanza de toda mujer, te pedimos que, así como a Doña Ana de Matos la ayudaste a no perder la alegría del servicio a la Virgen aun en las dificultades, cuides y bendigas a todas las mujeres, especialmente, a aquellas que son víctimas de la violencia en cualquiera de sus formas, para que nunca pierdan la alegría de ser portadoras de esperanza y de vida para todos. Amén.
Avemaría.
Nuestra Señora de Luján, ruega por nosotros.