Evangelio según san Mateo 19, 16-22
El apego a lo material no es garantía de felicidad en este mundo. Así se lo hizo saber Jesús al jóven rico, quien quedó entristecido porque vivía muy arraigado a lo que poseía. Y todo eso que poseía lo teminó poseyendo a él. ¡Que nuestro patrimonio esté en las cosas del cielo! ¡Eso dará paz a nuestra alma!
Si quieres ser perfecto comparte lo que tienes con tus hermanos de la vida.