Teresa de Lisieux nos confía una verdad de un valor incalculable: ¡los verdaderos «apóstoles» son los santos! Y, ante todo, ¡son apóstoles porque rezan!
Apuntes sobre la Oración V.1
Ella, con pocas palabras, destruye viejas controversias e ilumina el problema de la evangelización del mundo y de la fecundidad del apostolado cristiano: ¡necesitamos santos!
Y para tener santos, necesitamos personas de una auténtica oración; y la auténtica oración es la que inflama con un fuego de amor: solo así es posible levantar el mundo y acercarlo al corazón de Dios.