ANTONIO GAUDÍ, EL ARQUITECTO DE DIOS

Su obra más conocida es el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.

Antonio Gaudí i Cornet, nacido el 25 de junio de 1852 probablemente en Reus, aceptó dirigir la obra al año siguiente de colocarse la primera piedra, en 1883, a la edad de 31 años. A partir de entonces, dedicó toda su vida a construir el lugar de culto en el que manifestó su genio artístico, su sentimiento religioso y su profunda espiritualidad.

Sólo cinco años antes había obtenido el título de arquitecto y había escrito unos apuntes de arquitectura -conocidos como el «Manuscrito» de Reus- en los que exponía sus propuestas sobre ornamentación y edificios religiosos y mostraba un considerable conocimiento y adhesión a los misterios de la fe cristiana.

El joven Gaudí consideraba la Sagrada Familia una misión encomendada por Dios y con esta conciencia transformó el proyecto neogótico original en algo diferente y original, inspirado en las formas de la naturaleza y rico en simbolismo que expresaba su profunda fe y espiritualidad, que tenía influencias benedictinas y franciscanas.

Devoto de San Felipe Neri, el arquitecto original se enfrentó a obstáculos y dificultades con valentía y confianza en Dios mientras dirigía la obra y también soportó envidias y celos.

De 1887 a 1893 diseñó y dirigió otras obras civiles y religiosas. Luego, durante la Cuaresma de 1894, le sobrevino una grave enfermedad, causada por un estricto ayuno que, si bien puso en peligro su vida, le proporcionó una profunda experiencia espiritual en su búsqueda de Dios. Superada la crisis, continuó trabajando en diversos proyectos, pero poco a poco fue perdiendo a todos los miembros de su familia, se embarcó en un auténtico ascetismo espiritual, rechazó nuevos encargos y se concentró exclusivamente en la Sagrada Familia, hasta el punto de que en 1925 adaptó como residencia una pequeña habitación contigua al templo.

Cristiano convencido y practicante, asiduo a los sacramentos, hizo del arte un himno de alabanza al Señor, a quien ofrecía los frutos de su trabajo, que consideraba una misión para dar a conocer y acercar a los hombres a Dios. El 7 de junio de 1926, fue atropellado por un tranvía. Sin ser reconocido, fue trasladado al Hospital de la Santa Creu, el hospital para pobres de la ciudad. Tras recibir los últimos sacramentos, muere tres días después, el 10 de junio. Al cortejo fúnebre asisten unas 30.000 personas.

MENSAJES DEL PAPA LEÓN

@Pontifex_es

6/12: Dios desea que participemos en su obra de salvación aquí en la tierra. En este tiempo de Adviento, preparemos nuestros corazones no solo para reconocer las formas en que Dios viene a nuestro encuentro, sino también para comprender cómo nos invita a participar en su vida.

6/12: La paz no es solo la ausencia de conflicto, sino un don activo y exigente, que se construye en el corazón y desde el corazón. Nos invita a renunciar al orgullo y a la venganza, y a resistir la tentación de utilizar las palabras como armas. Esta visión de la paz se ha vuelto aún más urgente, ya que la tensión geopolítica y la fragmentación siguen aumentando, pesando sobre las naciones y poniendo a prueba los lazos de la familia humana.

6/12: Hoy, frente a los desafíos pastorales y culturales que la Iglesia atraviesa, la memoria de los Beatos de Chimbote -Michał Tomaszek, Zbigniew Strzałkowski y Alessandro Dordi- nos pide un paso decisivo: volver a Jesucristo como medida de nuestras opciones, de nuestras palabras y de nuestras prioridades. Volver a Él con aquella firmeza del corazón que no retrocede, ni siquiera cuando la fidelidad al Evangelio reclama el don de la propia vida.

Dilexi te – Te he amado

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

REFLEXIONES VARIAS

La bendición del obispo Jorge

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INTENCIONES DEL PAPA

En la última intención de oración del año 2025, el Papa nos pide rezar «para que los cristianos que viven en contextos de guerra o de conflicto, especialmente en Oriente Medio, puedan ser semillas de paz, de reconciliación y de esperanza”.