SAN ABRAHAM, PATRIARCA

Abram era un descendiente de Sem -uno de los tres hijos de Noé-, y vivía con su padre Téraj y toda su familia en Ur de los Caldeos, una ciudad en la Baja Mesopotamia, actual Irak. El relato de su gradual descubrimiento del único Dios verdadero y su amistad con Él da inicio a la historia de los Patriarcas de Israel, que abarca el periodo entre los siglos XIX y XVII a.C., y que narra el libro del Génesis.

Un hombre de fe total

En efecto, en los capítulos 12-13 del Génesis se narra cómo, de modo imprevisto, un día Dios irrumpe en la vida de Abram llamándolo a una misteriosa misión, a la que responderá inmediatamente con una fe inmensa. A la edad de 75 años, toma a su esposa y a su sobrino Lot con él y parten con su ganado y sus sirvientes, como los nómadas, cruzando Palestina aún sin saber el destino final de su viaje. En un cierto momento, Abram y su sobrino se  separan: mientras que este último se dirige al valle del Jordán, asentándose cerca de Sodoma, Abram permanece en la tierra de Canaán, donde el Señor le habla de nuevo.

La amistad con Dios

En aquel tiempo, algunos reyes orientales realizan incursiones en Palestina, confiscan las propiedades de Lot y toman prisioneros a él y a su esposa. Abram logra liberar a sus parientes y recuperar sus bienes (Gn. 14,1-24). Dios está siempre con él y le confirma la promesa de darle una gran descendencia (Gn. 15,1-20.) Entonces Sara, la esposa de Abram, que era ya anciana, da su esclava Agar a su marido. Y así, de esta unión permitida por las costumbres de la época, nace Ismael (Gn. 16,1-16). Luego, Dios sella un pacto con Abram y le cambia el nombre por Abraham, que significa «padre de multitudes».

Dios se revelará de nuevo a Abraham cerca del encinar de Mambré, y tres ángeles misteriosos le prometen que Sara concebirá un hijo en su ancianidad. El Señor también le confía a Abraham que las ciudades de Sodoma y Gomorra serán destruidas a causa de sus pecados. (Gn. 18,1-33.) Después de la intercesión de Abraham para evitar la inminente destrucción, sólo se salvará Lot. (Gn. 19,1-29.)

El padre de todos los creyentes

Al año siguiente, Sara finalmente da a luz a Isaac (Gn 21,1-8), y obliga a Abraham a expulsar de su casa a la esclava Agar y su hijo Ismael, mandándolos al desierto. Abraham se entristece mucho, pero el Señor le promete un gran descendencia también para su hijo Ismael. (Gn 21,9-14).

Un tiempo después llega el momento más dramático de la vida de Abraham: el Señor pone a prueba su fe cuando, incomprensiblemente, le pide que sacrifique a su amado hijo Isaac, al que había esperado tanto tiempo y que el mismo Dios le había donado. En el momento mismo en el que Abraham está a punto de ofrendarlo, un ángel enviado por el Señor detiene su mano, salvando la vida de Isaac precisamente por la inmensa fe y obediencia que ha demostrado su padre Abraham. El patriarca terminará sus días a los 175 años en la tierra de Canaán.  De Isaac e Ismael descienden, respectivamente, las estirpes de los judíos y los árabes.

MENSAJES DEL PAPA LEÓN


@Pontifex_es

25/12: En este día santo, abramos nuestro corazón a los hermanos y hermanas que están necesitados y sufren. Al hacerlo, lo abrimos al Niño Jesús que, con sus brazos abiertos, nos acoge y nos revela su divinidad.

25/12: Al hacerse hombre, Jesús asume sobre sí nuestra fragilidad, se identifica con cada uno de nosotros: con quienes ya no tienen nada y lo han perdido todo, con quienes padecen hambre y pobreza, con quienes huyen de su tierra en busca de un futuro en otra parte, con quienes han perdido el trabajo y con quienes lo buscan, con quienes son explotados, con quienes están en prisión y a menudo viven en condiciones inhumanas.

25/12: Al Niño de Belén imploramos paz y consuelo para las víctimas de todas las guerras que se libran en el mundo, especialmente aquellas olvidadas; y para quienes sufren a causa de la injusticia, la inestabilidad política, la persecución religiosa y el terrorismo.

25/12: Con su gracia, cada uno de nosotros puede y debe hacer lo que le corresponde para rechazar el odio, la violencia y la confrontación, y practicar el diálogo, la paz y la reconciliación.

25/12: El Hijo de Dios, por medio del cual todo fue creado, no es acogido y su cuna es un pobre comedero para animales. El Verbo eterno del Padre, que los cielos no pueden contener, ha elegido venir al mundo de esa manera. Por amor aceptó la pobreza y el rechazo y se identificó con los que son marginados y excluidos.

25/12: El Evangelio no esconde la resistencia de las tinieblas a la luz, describe el camino de la Palabra de Dios como un trayecto escabroso, diseminado de obstáculos.

Dilexi te – Te he amado

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

REFLEXIONES VARIAS

La bendición del obispo Jorge

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

INTENCIONES DEL PAPA

En la última intención de oración del año 2025, el Papa nos pide rezar «para que los cristianos que viven en contextos de guerra o de conflicto, especialmente en Oriente Medio, puedan ser semillas de paz, de reconciliación y de esperanza”.