Con el Padrenuestro les presenta a los discípulos un modo de rezar que resume la espiritualidad del Antiguo y Nuevo Testamento en contraste con las largas oraciones de los paganos.
Esta oración nos afirma como hijos de Dios y hermanos de los demás, dispuestos a perdonar, porque todos somos hijos del mismo Padre. El Padrenuestro no es una oración institucionalizada. Dios no puede ser encerrado en palabras; Él lo desborda todo. Jesús quiere que, con el “Padrenuestro”, alineemos nuestra vida personal y comunitaria con su proyecto: que nuestro proceder haga que el Reino de Dios se desarrolle y crezca.