Antes del nacimiento de Juan, el Precursor, el de María es el anuncio de la Natividad de Jesús, el preludio de la Buena Nueva.
La llegada de una hija en el hogar de Ana y Joaquín hizo que «se levantara sobre el mundo la esperanza y la aurora de la salvación». Por eso la Iglesia nos invita a celebrarla con alegría.