NOVENA A LA VIRGEN DE LUJÁN – DÍA 1
En este primer día de la Novena, queremos recordar el inicio de este camino de esperanza.
“En aquel tiempo en que el reino de Portugal estaba pacíficamente sujeto a la corona de Castilla, por cuyo motivo portugueses y castellanos comerciaban entre sí libremente, como vasallos de un mismo soberano, allá por los años de 1630 ; cierto portugués, cuyo nombre se ignora pero se sabe fue vecino de la ciudad de Córdoba del Tucumán y asentado en el pago de Sumampa, deseando tener misa principalmente en los días festivos en su hacienda, que dista de Córdoba cuarenta leguas, se propuso hacer en ella una capilla, la que quiso dedicar a la Virgen Santísima. Con esta misión, escribió a un paisano suyo que le mandase del Brasil una imagen de Nuestra Señora en el misterio de su Inmaculada Concepción, para colocarlo en dicha capilla, que ya estaba fabricando.
A tal pedido, desde el Brasil le enviaron, no una sola, sino dos imágenes de la Concepción, para que eligiera la que mejor le pareciese. Vinieron ambos bien acondicionados cada uno en su cajón aparte; porque como eran de barro cocido no tuviesen alguna quebradura. El que trajo el encargo de estos cajones era también portugués, y habiendo llegado al puerto de Buenos Aires acomodó los cajones en un
mismo carretón, y personalmente, lo condujo hasta la estancia de Rosendo Oramas, situado a 5 leguas de lo que es ahora la Villa de Luján, y aquí paró y paso la noche.
Oración
Virgen de Luján, Madre Nuestra, que quisiste quedarte con nosotros para siempre para iluminar nuestro camino hacia Jesús y para sostener nuestra esperanza en los tiempos más difíciles, te pedimos que intercedas ante tu Hijo amado para que, así como en aquel tiempo donde todo empezó, sepamos encontrar en tu presencia un signo de la ternura de Dios con nosotros. Amén.
Ave María.
Nuestra Señora de Luján, ruega por nosotros. Amén.