
Santa Catalina, virgen y Doctora de la Iglesia.
Nació en Siena el 25 de marzo de 1347. Desde los 6 años quiso consagrarse totalmente al Señor. Tras la muerte de su hermana en 1362, decidió no contraer matrimonio y ser laica dominica, que en la época eran conocidas como «Hermanas de la Penitencia de santo Domingo».
En 1370 vivió la «muerte mística»: pidió a Cristo que le cambiara el corazón. Desde entonces, su intensa vida de oración se juntó con la atención a los pobres y enfermos.
Profesó un profundo amor por la Iglesia. Se sintió llamada por Dios a denunciar la corrupción y promover una vida apostólica y evangélica. Sufrió al ver la consumación del cisma de occidente tras la muerte de Gregorio IX en 1378.
A pesar de su escasa formación intelectual se sumergió en las profundidades de la mística cristiana. Fue una apasionada predicadora de la cruz. Su libro Diálogo refleja su espiritualidad. Murió el 29 de abril de 1380.