El apóstol Simón, de Caná, fue llamado el Zelote, quizás por haber pertenecido al partido extremista que llevaba la guerrilla contra los Romanos.
En cuanto a Judas, llamado también Tadeo, hizo a Jesús durante la última cena una pregunta que le valió la promesa: «Si alguien me ama, mi Padre lo amará, y vendremos a Él y haremos en Él nuestra morada».