SAN PEDRO CRISÓLOGO, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

San Pedro, quien fue uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica, nació en Imola, Italia y fue formado por el Obispo de esa ciudad Cornelio, por el cual conservó siempre una gran veneración. El Obispo Cornelio convenció a San Pedro de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.

San Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de éste, Plácida, y por recomendación de los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena. También gozó de la amistad del Papa San León Magno.

Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en este lugar.

A la gente le agradaba mucho sus sermones, y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, que quiere decir, el que habla muy bien. Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las verdades más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.

Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.

Murió el 30 de julio del año 451.

«La Palabra de Dios es viva y eficaz» (Heb 4,12)

LA HOMILÍA EN LA PARROQUIA

P. Oscar – 13/10/2024

REFLEXIONES VARIAS

Obispo Jorge García Cuerva – 13/10/2024

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La oración es nuestro corazón y nuestra voz, y se hace corazón y voz de mucha gente que no sabe rezar o no reza, o no quiere rezar o no puede: nosotros somos el corazón y la voz de estas personas que sube a Jesús, sube al Padre, como intercesores.

Hoy tiene lugar la iniciativa «Un millón de niños rezan el Rosario por la paz en el mundo». ¡Gracias a todos los niños y niñas que participan! Unámonos a ellos y confiemos a la intercesión de la Virgen los pueblos que sufren a causa de la guerra.