SAN OSCAR ARNULFO ROMERO

Resultado de imagen de san oscar arnulfo romeroHoy la iglesia nos propone recordar a San Oscar Arnulfo Romero, traemos entonces una de sus homilías, justamente la que predicara el 5 de marzo de 1978 en el 4º Domingo de Cuaresma: 

EL BAUTISMO,
VOCACIÓN Y PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DIVINA
PROVOCA UNA CRISIS

4º Domingo de Cuaresma

Las lecturas de hoy nos orientan hacia la Pascua. Es una bella catequesis la que nos ofrecen las tres lecturas de hoy, precisamente para hacemos tomar conciencia del Bautismo, el Bautismo que antiguamente lo recibían el Sábado Santo en la noche, porque Cristo resucitado está viviendo hoy en sus bautizados, en su pueblo sacerdotal, participante de la redención por el Bautismo. Entonces, las lecturas de Cuaresma eran verdaderas catequesis para instruir a los que se iban a bautizar o para recordar la conciencia de los ya bautizados, la grandeza, la esperanza, la alegría de ser cristiano.

Así tenemos, hermanos, en las tres lecturas de hoy, estas tres ideas:

  • 1. El Bautismo es una vocación.
  • 2. El Bautismo es una participación en la vida divina
  • 3. El Bautismo provoca una crisis entre el bautizado y la sociedad en que vive.

1. EL BAUTISMO ES UNA VOCACIÓN

DIOS SE REVELA Y LLAMA AL HOMBRE

¡Qué bella lección! ¡Qué actualidad tiene esto para nosotros bautizados! En primer lugar es una vocación. Dios se revela y llama al hombre. El hombre va creciendo en su fe hasta descubrir en Cristo a Dios que lo llama y se le entrega. Este es el sentido de la primera lectura, precisamente, cuando Dios rechaza al rey Saúl y le dice a su profeta Samuel «que ha escogido otro rey según su corazón»; que vaya a Belén a la casa de Jesé y que Dios le va a inspirar cuál de los hijos de Jesé ha sido escogido para ser el rey futuro de Israel.

Samuel tiene miedo porque la represión de Saúl es terrible: «Me va a matar ese rey si sabe que yo ando buscando otro rey». Y Dios le aconseja cómo tiene que hacer. Y así va simulando que va a celebrar un sacrificio. Le dice a Jesé: «Muéstrame a tus hijos». Y van pasando; y cuando mira al mayor de estatura muy elegante, fuerte, Samuel piensa que aquel es el futuro rey. Y Dios le dice: «No es ése, son las apariencias, pero yo miro el corazón. Ya te lo indicaré». Y fueron pasando los ocho hijos de Jesé y cuando acabaron de pasar y Samuel no encuentra la inspiración de Dios en ninguno de ellos, le dice a Jesé: «¿Ya no hay más muchachos?» «Sí -le dice Jesé-falta el más chiquito, está cuidando el rebaño». «Llámalo, -le dice el profeta-que no comeremos hasta que venga». Y cuando viene David, jovencito, ¡quién iba a pensar! Dios le dice a Samuel: ¡»Ese es el que yo he escogido para rey, según mi corazón!».

LA UNCION

Y entonces Samuel, delante de su padre y de sus hermanos, unge a David. Descubre su cuerno de aceite -era el signo de la unción-y lo baña en aceite: ungirlo. Y dice la Biblia: «En aquel momento el espíritu de Yahvé descendió sobre David». Ya es rey. Sólo esperan las circunstancias propicias para tomar posesión de su reino.

¿Qué otra cosa es el Bautismo? Una elección de Dios, un Dios que por medio de un sacramento se acerca y me llama y me unge. Vamos ungidos, hermanos. Recuerden cuando el sacerdote -también con aceiteen la coronilla de la cabeza del niño-lo unge como sacerdote, profeta y rey.

Todos ustedes y yo, somos ungidos, somos como David: nos ha llamado, tenemos una vocación. Por eso San Pablo insistía tanto: ¡Sed fieles a vuestra vocación!

Hermanos cristianos,ustedes y yo somos grandes por el Bautismo. Somos ungidos, somos un pueblo de reyes, nos ha llamado el Señor. El hombre descubre a ese Dios poco a poco y eso es el trabajo de nosotros bautizados: ir descubriendo en nuestra fe -que va madurando cada día más-a Dios.

UN CAMINAR PROGRESIVO EN CRISTO

Y aquí voy a traer el ejemplo precioso del Evangelio: aquel ciego que está consciente de lo que le va a suceder. Pero Jesús, que es Dios, pasa por allí y ante aquel ciego se detiene y hace los gestos que ustedesacaban de escuchar. Cuando le preguntan al ciego ¿quién lo ha curado? la primera respuesta del ciego en el versículo 11 de la lectura de hoy dice: «Ese hombre que se llama Jesús». Todavía es muy vago su conocimiento de Jesús. Después, cuando le pregunta si él cree que ese hombre es un pecador porque lo ha curado en sábado, él dice: «¡No, para mí es un profeta!», versículo 17. Ya avanza la confesión del hombre.

En el versículo 33, cuando los enemigos de Cristo ven en Cristo un pecador, el ciego dice: «Si éste no viniera de Dios, no hubiera tenido poder para curarme a mí, ciego de nacimiento». Ya declara una relación entre Cristo y Dios. ¿Ven cómo va progresando la fe de aquel hombre? Y finalmente en el versículo 38, cuando se encuentra con Cristo que le pregunta si quiere creer en el Hijo del Hombre, el pobrecito ciego le dice: «¿Quién es?» ¡Qué hermosa la revelación de Cristo!, como la de la Samaritana el domingo pasado: » ¡Yo soy, el que estoy hablando contigo! «Entonces, cuando el ciego que no solamente harecobrado los ojos de la cara sino que se ha iluminado la fe de su alma y descubre en aquel hombre al Dios que ha venido a salvar, poderoso para dar vista a los ciegos y para todo lo que él quiera para redimir al mundo, cae de rodillas aclamándole: «¡Señor!». Ha llegado a su cumbre la fe.

Queridos hermanos, esto es nuestro Bautismo: un caminar progresando en el conocimiento de Cristo. Ojalá ya todos los que estamos haciendo esta reflexión, pertenezcamos a este grado más alto; y de rodillas adoramos a Cristo porque en Él vimos no a un simple hombre, sino a un Dios que se hizo hombre.

Cuando les hablaba de la liberación, no la confundamos con las liberaciones de la tierra. Por eso la Iglesia rechaza una liberación de características materialistas, ateas, de luchas y violencias. No es la de Dios. Así como tampoco una liberación que se apoya en el dinero, en el poder, en el egoísmo, no es tampoco la paz de Dios. Es la paz de Dios ésta del ciego que encuentra a Cristo y le dice: «Señor yo creo, no sé por dónde llevas la historia pero sé que tú eres el dueño de la historia, tú llenas mi corazón de esperanza». Es el cristiano que en Semana Santa, en la noche santa de la Resurrección, celebra al Cristo resucitado y le dice: «Tú, el poderoso, tú, el dueño de la eternidad y de la vida, tú sabes por dónde vas a sacar de este callejón sin salida a nuestra querida Patria y a nuestra Iglesia.»

2. EL BAUTISMO ES UNA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DIVINA

ELEMENTOS DE UN RITO BAUTISMAL

Por eso, hermanos, mi segundo pensamiento: El Bautismo es una participación en la vida divina. Aquí en los gestos del Evangelio de hoy, según los comentaristas, San Juan está reflejando los ritos bautismales. Ustedes saben que el Evangelio se escribió muchos años después de la existencia de Cristo, cuando las comunidades cristianas reflexionaban aquella vida de Cristo a la luz de su liturgia, de su predicación, de sus reflexiones. Y sin duda, en los ritos del Bautismo encontró Juan la manera de describir -bajo el símbolo de un ciego que recibe la luz-la belleza de un bautizado. Un bautizado, porque aquí hay la saliva, la unción, el baño en la piscina de Siloé: elementos de un ritual bautismal.

EL SACRAMENTO

¿Qué es un sacramento? Hermanos, un sacramento es un signo visible de una realidad invisible. No se olviden esta definición teológica. En todo sacramento hay un elemento invisible, pero hay también una realidad significada, que no se ve. En el Bautismo, los gestos de Cristo, la mano de Cristo que hace el lodo y que unge los ojos del ciego, el agua de Siloé con que se baña los ojos, son cosas sensibles como el agua de nuestras pilas bautismales y la mano del sacerdote echando el agua sobre la cabeza del niño; signos sensibles como la hostia de trigo que allá en el altar está lista para que en mis manos de sacerdote sea signo de una presencia invisible. Cristo, que se hará presenté aquí en la hora de la consagración, es el que le da gracia también a las aguas bautismales, el que puso potencia curativa a un ciego de nacimiento en el lodo de la tierra y en el agua de Siloé. Cristo es el gran sacramento del Padre, él es visible: «el hombre que me puso lodo en los ojos y me mandó lavar». Para el hombre que no tiene más profundidad, eso es Cristo. Pero cuando aquel hombre tenia fe, cayó de rodillas: «tú noeres un simple hombre, en tu visibilidad de hombre se esconde la potencia de un Dios». También en cada sacramento.

PREPARACION PARA RECIBIR LOS SACRAMENTOS

Por eso, hermanos, insistimos en que hay que recibir los sacramentos con más conciencia. De nada sirve venir a recibir la hostia consagrada si mi conciencia no ha descubierto que allí en el sabor de trigo se esconde la presencia infinita de Dios Nuestro Señor. ¿De qué sirve llevar un niño al baptisterio -sólo por conveniencia social-si no se tiene encuenta que aquel niño, hijo de la carne, está ante el signo sensible del agua y de la unción? ¿Qué ha pasado en el alma de aquel niño? ¿Qué ha pasado en nosotros cuando nos han bautizado? Se nos perdona el pecado original, se nos incorpora como miembros vivos de Cristo. Se nos hace miembros del cuerpo vivo que es la Iglesia. Esta es la gracia bautismal.

Hermanos, no hemos llegado a comprender todavía -hasta que estemos en el cielo-la grandeza de esta dignidad de ser bautizados. De que en el signo del aguay en las ceremonias del Bautismo, Cristo mismo me ungió como por medio de Samuel a David, para darle su espíritu y ser rey de Israel; al ciego de nacimiento, para darle luz a sus ojos y hacerlo, sobre todo, con una vista muy clara en su alma para descubrir los valores de la fe. Ojalá que esta Cuaresma sirva para irnos purificando y haciendo sentir cada vez en nosotros la vida de Dios de la que participamos por ser cristianos. Y si por desgracia hemos perdido esa vida de Dios por el pecado -porque así se pierde la vida de Dios, cada vez que pecamos-corremos al Espíritu Santo y entronizamos al demonio en nosotros. Dicen que no hay posesos, ¿cómo no va a haber posesos si cada pecador con pecado mortal es un poseído del demonio? Porque ya no es Dios que lo posee, sino el diablo, por el pecado.

La Cuaresma es un llamamiento a penitencia para que si un bautizado que tuvo el honor de ser hijo de Dios perdió esa dignidad por preferir el pecado, se arrepienta, se convierta a Dios, y en esta Pascua de 1978 recupere el perdón y la vida que le dieron en el Bautismo. Por eso hemos de ver, hermanos, en los sacramentos, gestos de Cristo.

CONFESION DE UN PASTOR PROTESTANTE

En el diario íntimo de un pastor protestante se encuentra esta bella confesión: «Yo creía como buen protestante, que la Iglesia era una pantalla que me estorbaba en mis relaciones con Cristo, y por eso rechazaba a la Iglesia con su institución del Romano Pontífice, de sacramentos. Todo eso me parecía algo falso. Pero ahora, que soy católico y he comprendido que la institución Iglesia, los sacramentos de la Iglesia son precisamente los instrumentos de Cristo para darme su verdad y su gracia, comprendo la necesidad de la Iglesia y por eso me he hecho católico para poder contar con esos sacramentos de la Iglesia y saber que en cada sacramento de la Iglesia es la mano de Cristo». Es la mano de Cristo, la del confesor que en el confesionario me dice, haciendo una cruz: «Yo te absuelvo de tus pecados»; la mano del obispo, que imponiéndose sobre el joven hace descender en la confirmación, la fuerza del Espíritu Santo; la mano del sacerdote que unge al moribundo, es la mano de Cristo que está ungiendo para el viaje eterno a aquel peregrino de la eternidad que ya sale de esta historia. ¿Qué es cada sacramento?: una acción de Cristo sobre mi propia vida, participándome vida de Dios. Estimemos los sacramentos, hermanos, y estimemos, sobre todo, el gran sacramento que fue nuestro Bautismo.

3. EL BAUTISMO PROVOCA UNA CRISIS ENTRE EL BAUTIZADO Y LA SOCIEDAD EN QUE VIVE.

LA CRISIS QUE PROVOCA TODO BAUTIZADO

Y finalmente, hermanos, este otro pensamiento que lleva la mayoría del Evangelio de hoy: todo bautizado provoca una crisis, como al ciego de nacimiento ya hecho vidente; comienza la reacción entre los que lo conocen: «¡No es él, es otro!» Hasta que él tiene que decirles: «¡Soy yo!». Luego sus padres, por temor a la sinagoga, a las autoridades judías que ya decretaron que todo aquel que proclame que Cristo es Mesías, lo van a expulsar, tienen miedo de confesar a Cristo ydicen: «Si, sabemos que es nuestro hijo, pero cómo ha recuperado la vista, no lo sabemos. Pregúntenselo a él que ya tiene edad». Luego viene la crisis sobre todo con los enemigos de Cristo: los fariseos , los que van a ser jueces para juzgar a Cristo porque ha dado vista a un ciego en sábado: «No puede ser de Dios, ese es un pecador». «Si es pecador, yo no lo sé -dice el ciego-lo que yo sé es que me ha dado la vista y sé que Dios no oye a los pecadores».

La diatriba entre los fariseos y el cieguito curadoes muy interesante. Reflexiónenla mucho, porque allí encontrarán lo que tiene que ser un bautizado frente al mundo: dar testimonio de su Bautismo, no avergonzarse de su gran bienhechor, reconocer que sin él no tuviera vista. Dar fe de que es hijo de Dios,sobre todo; cuando ya lo confiesa no puede negar esa gran verdad, tiene que ser testigo. Eso es todo bautizado: un testigo fiducial, ocular: «Ya lo he visto, yo soy protagonista de eso que tengo que proclamar.» Es la audacia del bautizado: no le importa comprometerse.

POLEMICA CONTRA CRISTO COMO REO AUSENTE

Y finalmente, la diatriba que se ha hecho a Cristo como un reo ausente. Miren, hermanos, en cada bautizado lo que se persigue es Cristo. En el ciego de nacimiento lo que interesaba no era el ciego sino Cristo. Así también cada uno de nosotros lleva una responsabilidad de la cual él no es dueño, uno ya es un representante de Cristo y tiene que dar fe. Un bautizado cobarde que se niega a confesar a Cristo en horas difíciles de la Iglesia, que se vende a una vida más cómoda, que traiciona su catolicismo, no se traiciona a sí solo, traiciona no sólo a la Iglesia de Cristo, traiciona al mismo Cristo.

DE REO AUSENTE A JUEZ

Por eso, el desenlace de este juicio de reo ausente termina cuando el reo se hace presente; y el reo presente, al final del evangelio de hoy se convierte en juez que les dice a sus enemigos: «He venido trayendo un juicio para que todo aquel que no vea y sinceramente busca la vista, la encuentre; pero también aquellos que autosuficientes creen que ven mejor que los demás y rechazan el humilde gesto del cieguito curado, esos se quedarán ciegos.» Aludidos los fariseos le preguntan a Cristo: «¿Entonces quieres decir que nosotros somos ciegos?». Y Cristo sigue con su tremenda dialéctica: «Yo no digo que son ciegos ustedes, al contrario, si fueran ciegos no tuvieran culpa; pero como dicen que ven, que están satisfechos de su ciencia vana, juzgan con sus criterios humanos, son culpables, son ciegos voluntarios porque no hay peor ciego que el que noquiere ver.»

Esta es la reacción, hermanos, ante el Cristo de nuestro Bautismo, ser humildes y reconocer que la vista la tenemos de Cristo, y tratar de ver siempre, a la luz de sus criterios, la historia del mundo; nuestras relaciones sociales, políticas,económicas, no con autosuficiencia de fariseos, sino con humildad de quien no tenía luz pero que gracias a la fe, Dios le está prestando su luz. Somos pobres, los que tenemos fe somos los más pobres, pero en la medida en que confesemos nuestra pobreza, Dios nos dará luz. Así como el autosuficiente, el orgulloso, el que desprecia a los demás y los considera como ciegos y se siente capaz de juzgar a todos porque él tiene la suprema verdad, ese ya es un ciego. He venido a traer un juicio -dice Cristo-un juicio que no necesito aplicarlo, ustedes mismos se lo están aplicando. El que crea en mi, ya ve y recibe un juicio absolutorio. El que rechaza mi doctrina, el que me rechaza a mí, el que rechaza mi Iglesia, el que rechaza mi predicación, ya se juzga a sí mismo, está ciego.

Queridos hermanos, queremos tener vista con Cristo y nuestra fe tiene que ser nuestro mayor orgullo. Preparémonos pues para celebrar una Semana Santa digna. Vamos a confesar ahora, como el cieguito, nuestra fe en Dios. Creemos en un solo Dios.

MENSAJES DEL PAPA LEÓN

@Pontifex_es

22/8: Hoy celebramos la memoria de la Santísima Virgen María Reina, también invocada como Reina de la Paz. Vivamos este día en ayuno y oración, suplicando al Señor por el don de la paz. #OremosJuntos para que los corazones se liberen del odio, para que se salga de la lógica de la división y la represalia y prevalezca la visión de conjunto animada por el bien común.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Sergio – 17/8/2025

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge – 7/8/2025

La bendición del obispo Jorge

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