Los signos de los tiempos. ¡Cómo te enojaba Jesús que la gente de tu tiempo no los supiera entender! que no reconocieran tu presencia como el gran signo del amor misericordioso del Padre. Descubrir en vos la imagen misma del Dios Padre.
¡Como te debe enojar que los hombres de hoy sigamos sin entender! que tengamos el mismo orgullo, ceguera y soberbia de aquellos y que nos cueste tanto caminar en tu amor, en tu presencia al servicio de los hermanos. Perdón Jesús, gracias por la paciencia que es el reflejo perfecto de la que el Padre tiene por toda la humanidad.