Ay Señor!!!!! Qué difícil!!!! Justo vos aborrecés lo que a nosotros nos sale más fácil. Lo más cotidiano, lo que nos estimulan desde la tele, desde la política y el poder, lo que nos hace sentirnos «fuertes» con una fuerza sospechosa y engañosa, eso es lo que vos aborrecés.
Ya lo sabemos Señor, el tema es que lo seguimos repitiendo aunque nuestro corazón escuche todo el tiempo ámense, ámense, ámense.