Son sensaciones Señor, pero me da la impresion que cada domingo es un momento de sanación. La semana nos enferma sino estamos sólidos en tu Palabra y si lo estamos también se hace difícil. Nos enceguecemos, perdemos la claridad de tu luz.
Pero llega el domingo y todo ese caudal de gracia que brota de tu Amor nos toca de tal manera que volvemos a ver, nos sanamos, nos sanás.
¡¡¡Gracias!!!!