Un pacto que hiciste una vez para siempre y que nos salvó. Un pacto que en nuestro corazón y en el corazón de la comunidad se puede renovar cada día, celebrar cada día.
Por ese pacto renuevo cada día mi alegría de iniciar un nuevo camino, fortalezco mi decisión de seguirte, extiendo mis manos hacia los hermanos creciendo en comunidad y camino libremente en mi vida, trabajo, familia y todas las vivencias y personas que se llenan de luz nueva gracias a tu pacto.