Arrancamos con un acto de fe, cierto, real: tú eres nuestro Dios. luego la necesidad de aprender lo más difícil: no hacer la nuestra sino vivir según tu voluntad como Jesús, como María. Finalmente, guianos por caminos justos. A contramano del mundo pero firmes, decididos, alegres, en tu paz, confiados.
Para vivir un fin de semana con fe, aprendiendo y caminando en tu presencia.