…y después de un domingo podemos decir: el amor de Dios ha sido una vez más derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo expresado en perdón, palabra, bendición, alimento, paz… y seguirá así para que toda la semana me sienta acompañado y bendecido por semejante presencia que se derrama sobre mi vida con abundancia y amor. Gracias Señor por tanto amor, no abandones la obra de tus manos.




