Siempre el costado misericordioso, siempre la misericordia. La tuya que necesitamos, deseamos, pedimos y celebramos y la nuestra, la que cuesta tanto, la que se expresa con los pobres, los enfermos, los que sufren y también incluye al que me ofendió. No es fácil pero es hermoso, vos sos hermoso, tu amor con nosotros es hermoso, porque ya nos has perdonado setenta veces siete y seguís… seguís… seguís…





