Y sí, rezamos, cantamos, nos alegramos. Una vez más el domingo nos permitió expresarte nuestro amor. Ahora llega el lunes, el inicio de una nueva semana y el desafío de la esperanza. De creer y esperar en tu amor para que las dificultades de cada día me encuentren en paz, confiado, sabiendo que seguís ahí, cerquita, dentro nuestro, con tu infinita misericordia.




