RECEMOS POR NUESTRA PATRIA

Señor y Dios nuestro: al conmemorar un nuevo aniversario de la muerte del General Belgrano, te imploramos por la Patria rindiendo homenaje a la Bandera, sí­mbolo de nuestra identidad y soberaní­a, que fuera izada por primera vez aquí­, en la Villa del Rosario, a las orillas del Paraná.

Cada 20 de junio, nos reunimos para suplicarte una bendición que nos haga encaminar con esperanza hacia un futuro de prosperidad y de permanente paz social; y para darte gracias por este gran paí­s que nos has dado, con su historia tejida de coincidencias y desencuentros.

Igual que ayer, nosotros buscamos vivir en libertad y prosperidad. Igual que ayer, queremos ser protagonistas de nuestro propio destino, sin admitir presiones foráneas que comprometan nuestra idiosincrasia, diluyendo los valores de las tradiciones más preciadas

Al comienzo de nuestra historia como nación, los habitantes de este pródigo suelo supieron decidir su suerte. El empeño del pueblo patriota logró sacudir el yugo colonial, declarar la independencia y ofrecer apoyo a otros paí­ses hermanos para que también permanecieran libres. Aquellos hombres, como Don Manuel Belgrano, tení­an ideales que les daban fuerza para emerger de los problemas y superar las derrotas.

Para imitar su ejemplo, te pedimos que conviertas nuestro corazón a fin de que todos asumamos con empeño la cuota de responsabilidad que nos corresponde y logremos juntos el porvenir que ansiamos.

A la sombra de la Enseña Patria, sí­mbolo de unidad y grandeza, te rogamos por el bienestar y el progreso del paí­s y de cada uno de sus habitantes, y comprometemos nuestro esfuerzo de convivir como hermanos a fin de alcanzar el anhelo común de justicia y de paz que todos llevamos en el corazón.

Guí­anos hacia el destino que proyectaron nuestros mayores, promisorio y abierto al mundo, pero libre, soberano y respetuoso de los derechos de cada uno.

Que Nuestra Señora del Rosario interceda por la República, y nos alcance tu bendición.

Amén

«Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu.» (1 Cor. 12,4)

Pentecostés, B: ¡A dejarse transformar por el fuego del Espíritu Santo! |  Soy Asuncionista

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

Daniel Blanc – 18/1/2025

REFLEXIONES VARIAS

Mons. Jorge García Cuerva – 19/1/2025

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría: (En enero permanecerá cerrada)
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

La anunciada liberación de un grupo de presos de las cárceles cubanas es un gesto de gran esperanza en este año jubilar. Espero que sigamos emprendiendo iniciativas de este tipo, que infunden confianza en el camino de las personas y de los pueblos.

Tanto los israelíes como los palestinos necesitan claros signos de esperanza: espero que las autoridades políticas de ambos, con la ayuda de la comunidad internacional, puedan alcanzar la solución adecuada para los dos Estados.

Cuando en nuestra vida falta el vino de la alegría y del amor, el Señor nos dona su amor con sobreabundancia, trayendo a nuestras vidas el vino del Espíritu Santo, que es el vino de la alegría y de la esperanza.

En el Evangelio De Hoy (Jn 2,1-11) podemos observar dos cosas: la falta y la sobreabundancia. En el banquete de nuestra vida a veces nos damos cuenta de que falta vino. Ocurre cuando las fuerzas perturbadoras del mal nos quitan el sabor de la vida.