Ignacio de Antioquía, siglo II
«Procuren reunirse con más frecuencia para celebrar la acción de gracias y la alabanza divina.
Cuando se reunen con frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de su fe le impide causarles mal alguno.
Nada mejor que la paz, que pone fin a toda discordia en el cielo y en la tierra».