ORANDO CON LA PALABRA

Nos da seguridad: Riquezas, ideas, afectos, familia y proyectos son elementos que se valoran. El lugar de nuestro tesoro es igual al lugar donde reside nuestro corazón. La generosidad se manifiesta al ofrecer la propia vida y compartir con aquellos que más lo necesitan los recursos tanto materiales como emocionales.

La verdadera felicidad no se encuentra en renunciar a todo, sino en desprenderte de todo para entregarte a Cristo y trabajar por el Reino.

En la presencia de Dios, se hacen posibles el amor, la solidaridad, la generosidad y la confianza en que todo estará bien. Vivir una vida en la que los bienes no son el valor absoluto es lo que implica aceptar el Evangelio del Reino de Dios. Esto solo se puede lograr si Dios está en el centro de nuestras vidas y nos guía hacia el encuentro y la revelación del prójimo. Vale la pena renunciar a acumular riquezas para vivir una vida basada en compartir con los demás.

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«Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses.» (Js. 24,16)

LA HOMILÍA EN LA PARROQUIA

P. Oscar- 1/9/2024

REFLEXIONES VARIAS

Obispo Jorge García Cuerva – 1/9/2024

P. Norberto Chirigliano – 31/8/2024

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3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

La belleza de existir no se experimenta tanto en los grandes acontecimientos y momentos de éxito, sino más bien en la lealtad y el amor con que nos esforzamos por crecer juntos cada día.

Que este Reino encuentre plena acogida en esta tierra, para que todos los pueblos de Papúa Nueva Guinea, con la variedad de sus tradiciones, convivan en armonía y den al mundo un signo de fraternidad.

Un pueblo que reza tiene futuro, sacando fuerza y esperanza de lo alto.