ORANDO CON LA PALABRA

Renunciar a confiar sólo en nuestros medios es abrirnos a la fuerza que viene de Dios. Es la única inteligencia verdadera del discípulo: dejar que el poder del amor de Dios complete lo que nuestras manos no alcanzan.

Antes de toda exigencia está el amor. El seguimiento no nace del sacrificio, sino del encuentro con un amor que transforma. Jesús no nos pide renunciar para hacernos sufrir, sino para liberarnos de todo lo que nos impide amar.

Toda renuncia que no brota del amor se vuelve un peso estéril. Pero cuando nace del amor, se convierte en don, en alegría, en plenitud. Cada uno es llamado por amor y salvado por amor. Y la única respuesta posible es amar, confiar y seguirlo, aunque su propuesta parezca una locura.

Porque sólo quien se anima a perderlo todo por Jesús, termina ganándolo todo en Él.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MENSAJES DEL PAPA LEÓN

@Pontifex_es

11/11: Solo podemos responder a las exigencias de la vocación que hemos recibido si ponemos a Cristo en el centro de nuestra existencia y de nuestra misión, partiendo de ese acto de fe que nos hace reconocer en Él al Salvador y traduciéndolo en la oración, en el estudio, en el compromiso de una vida santa.

11/11: El Señor no se deja vencer en generosidad por aquellos que le sirven en los más necesitados; cuanto mayor es el amor a los pobres, mayor es la recompensa por parte de Dios.

Dilexi te – Te he amado

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

Obispo Oscar Ojea – 28/9/2025

REFLEXIONES VARIAS

La bendición del obispo Jorge

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

INTENCIONES DEL PAPA

En El Video del Papa de noviembre, el Santo Padre nos pide rezar por las personas que están combatiendo con pensamientos suicidas. Nos recuerda que todos podemos ser vulnerables y que las comunidades cristianas deben ser lugares de acogida, escucha y esperanza.