ORANDO CON LA PALABRA

Así como María dio a luz a Cristo, que es la Cabeza de la Iglesia, la Iglesia da a luz constantemente a los hijos que forman su Cuerpo. Engendra nuevos hijos a través de la predicación de la Palabra y de la celebración de los sacramentos.

María concibió y dio a luz por obra del Espíritu Santo. De la misma manera, la Iglesia también concibe y da a luz por la acción del Espíritu. María dio a luz para una nueva creación, y la Iglesia da a luz a los hombres y mujeres nuevos, transformados por la gracia.

Los nacimientos de la Iglesia reflejan y prolongan el parto de María. En cierto modo, lo completan, dándole su pleno sentido. Por eso, el nacimiento de Jesús por María y los nacimientos que realiza la Iglesia forman una unidad inseparable.

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

REFLEXIONES VARIAS

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 18.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

24/6/2025

Los invito a invocar frecuentemente al Espíritu Santo, para que plasme en ustedes un corazón dócil, capaz de captar la presencia de Dios, también mediante la escucha de las voces de la naturaleza y del arte, de la poesía, de la literatura y de la música, así como de las ciencias humanas.

En un mundo en el que a menudo hay ingratitud y afán de poder, donde a veces parece prevalecer la lógica del descarte, estamos llamados a testimoniar la gratitud y gratuidad de Cristo, la exultación y la alegría, la ternura y la misericordia de su Corazón.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.