Jesús revela que la entrada al Reino no tiene límites; porque el Amor del Padre es gratuito y lo da a quien Él quiere y a quien está dispuesto a recibirlo. El perdón y la misericordia es lo que abre las puertas al Reino. Cuaresma es un tiempo favorable para mirarnos en la actitud de Jesús y en el corazón del Padre. Ellos son el fundamento de nuestro retorno y de nuestra conversión.
La Cuaresma nos invita a mirarnos en el corazón del Padre y en la actitud de Jesús.
Lo único que Dios espera de nosotros es que aceptemos su amor y lo reflejemos con comprensión, perdón y misericordia. Solo así participaremos en la verdadera fiesta del perdón, compartiendo con Dios y con los demás la alegría de su abrazo.