Jesús no es un maestro que enseña desde un lugar fijo, sino uno que camina delante de sus discípulos, guiándolos con su ejemplo. Ser discípulo no consiste únicamente en aprender de Él, sino en seguirlo, caminar con Él y vivir según su estilo de vida.
A lo largo del año, Jesús nos invita a escucharlo como nuestro Maestro y Mediador. Su mensaje nos recuerda que el reino de Dios ya está en medio de nosotros; solo necesitamos descubrirlo, abrazarlo y convertirnos. Convertirse significa cambiar nuestra forma de pensar y actuar, dejar atrás caminos equivocados y seguir los pasos de Jesús.
Jesús nos invita a entrar en su escuela, a aprender su mentalidad y a vivir como verdaderos evangelizadores, testigos de su amor y portadores de su mensaje de esperanza.