El evangelio de hoy es una invitación a trabajar mientras esperamos la venida del Señor. Nos anima a aprovechar los dones que hemos recibido gratuitamente para construir el Reino de Dios. La recompensa será mucho mayor de lo que podemos imaginar.
Hacer rendir nuestras capacidades requiere esfuerzo constante y la valentía de asumir riesgos. Jesús valora más a quienes se atreven a arriesgar, aunque puedan cometer errores, que a quienes se quedan en la comodidad de no intentarlo. Nos llama a ser creativos y activos, a usar lo que nos ha confiado para transformar el mundo hasta su regreso.