Hoy en día, los cristianos también pueden caer en el error de buscar a Dios mediante el cumplimiento perfecto de la ley, convirtiéndose en siervos inútiles cuya única meta es cumplir con el deber.
Es mucho más cómodo seguir lo de siempre. Cumplir con lo establecido es menos demandante que arriesgarse a vivir creativamente el amor, la misericordia y el perdón. Identificados con Cristo por la fe, estamos llamados a seguir trabajando para que la salvación llegue a todos. En este aspecto, no debemos escatimar esfuerzos. Dios espera que seamos generosos trabajadores de su Reino, proclamando la Buena Nueva a todos, con un amor que sea signo de Su Amor hacia los hermanos más olvidados por la sociedad.