ORANDO CON LA PALABRA

El evangelio de Lucas nos presenta a Jesús instruyendo a sus discípulos y enviándolos a predicar de dos en dos. Las palabras de Jesús discurren entre las dificultades y consideraciones. El estilo misionero de Jesús tiene sus luces, que nada tienen que ver con las fuerzas mundanas.

  • Primero pide oración para que haya más obreros para el cuidado del pueblo, para predicar, para el cuidado de quienes aceptan la llegada del reino de Dios, anunciado como ya presente.
  • Luego, les instruye para que su evangelizar sea una predicación que lleve implícita un testimonio de vida, importante para ser creíbles.
  • Finalmente les hace tomar conciencia de la responsabilidad de su anuncio, que es un anuncio de paz. Nuestra misión, a pesar de los rechazos, será siempre seguir anunciando el Reino de Paz que trae El Señor.

Hace ya un tiempo, el Papa Francisco nos ha dicho algo que vale la pena recordar: “La Iglesia ha de salir de sí misma a la periferia, a dar testimonio del Evangelio y a encontrarse con los demás”. “¿Estamos decididos a recorrer caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheraremos en estructuras caducas que han perdido la capacidad de respuesta?»

«El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo» (Rey.17,14)

Lecturas del Domingo XXXII del Tiempo Ordinario (Ciclo 'B', 2024) –  Comunidad Católica Latina en Bangkok

LA HOMILÍA EN LA PARROQUIA

Diego – 17/11/2024

REFLEXIONES VARIAS

CÁRITAS PARROQUIAL

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
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I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

He recibido una carta de un joven de Ucrania que escribe: “Padre, cuando recuerde nuestros mil días de sufrimiento, recuerde también los mil días de amor, porque solo el amor, la fe y la esperanza dan un verdadero sentido a las heridas”.

Cuando los niños son acogidos, amados, custodiados, tutelados, la familia está sana, la sociedad mejora, el mundo es más humano.

San Agustín decía: «Si amas la unidad, todo lo que en ella es poseído por alguien, ¡lo posees tú también!».