ORANDO CON LA PALABRA

El milagro físico tiene verdadero significado si interpela a la persona del testigo. Por eso, la mayoría de los milagros piden la conversión interior y la fe; la solicitan, pero no la otorgan. El verdadero creyente no pide signos exteriores, porque en la persona misma de Jesús descubre la presencia y la intervención discreta de Dios.

La vida, obra y muerte de Jesús a manos de los hombres es la señal que debe ser aceptada. Es el Dios que, aparentemente, fracasa en la persona de Jesús. Es el Dios que muere en Jesús, pero resucita al tercer día. Es el Dios que, en Jesús y por Jesús, comparte la suerte de los abandonados, los pobres y los despreciados de la historia. La señal no es una acción arbitraria y portentosa, porque Dios no violenta la historia. En el crucificado habrá que descubrir al resucitado. No hay fe fuera del misterio de la muerte y resurrección del enviado. Los cristianos seguimos al resucitado por el camino del crucificado.

«Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, pensando en la colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta ahora.» (Fil. 1,4)

UN COMPROMISO DE TODA LA COMUNIDAD - Parroquia San Cayetano Chivilcoy

EN LA MISA DEL DOMINGO

Consagración al Corazón Inmaculado María

REFLEXIONES VARIAS

Mons. Angel Rossi – 1/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Espero que en Siria se alcance una solución política que promueva la estabilidad y la unidad del país. Rezo para que el pueblo sirio pueda vivir en paz y seguridad, y para que las diversas religiones puedan caminar juntas en amistad, por el bien de esta amada tierra.

El Espíritu Santo es la fuente que mantiene siempre viva la esperanza. Su presencia en nuestra vida nos ayuda no sólo a tener esperanza, sino a irradiarla, a brindarla a la humanidad, que tanto la necesita.