El Reino de Dios es urgente y debe ser proclamado a todos y en todas partes. Este Reino, iniciado con la llegada de Jesús, debe expandirse hasta que la Creación alcance su plenitud. Hoy, como Iglesia, debemos ser plenamente conscientes de nuestra misión. La evangelización no es tarea de unos pocos, sino una vocación y responsabilidad de toda la comunidad cristiana. Nosotros también estamos comprometidos a hacer que el Reino acontezca aquí y ahora, a través de nuestras palabras y gestos.
ORANDO CON LA PALABRA
