ORANDO CON LA PALABRA

Confesar que Jesús es “el Cristo” significa reconocerlo como aquel que viene de Dios para hacer presente el reino del Padre en el mundo, aceptando su destino y las paradojas que trae el Evangelio: negarse a sí mismo, cargar la cruz, perder la vida para recuperarla en Cristo. Jesús no buscó la cruz por la cruz misma. Jesús habla de la cruz como una consecuencia de seguir su camino. El discípulo de Jesús elige seguir su ejemplo, sacrificando todo y renunciando a todo por la libertad de amar sin límites.

Jesús no nos pide que renunciemos a esta vida para obtener otra, sino que nos exige proyectar nuestra existencia en términos de entrega, no de posesión. La vida se posee plenamente solo cuando se entrega a los demás. No se trata de renunciar a la vida, sino de vivirla según el amor.

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

Homilía  P. Oscar – 22/12/2024

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge Scheinig
Reflexión de Navidad – 23/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Que el Jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres. Cada uno de nosotros está llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios ha venido a curarnos y perdonarnos.

En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.

La Puerta está abierta, abierta de par en par. Vengan, dejémonos reconciliar con Dios, y entonces nos reconciliaremos con nosotros mismos y podremos reconciliarnos entre nosotros, incluso con nuestros enemigos.