ORANDO CON LA PALABRA

Jesús no sólo ama la vida, no sólo se opone a la muerte, sino que puede a la muerte. Y el milagro se convierte así en signo o símbolo de futuro. Al final, Dios podrá más que la muerte de sus hijos y les devolverá la vida definitiva. El milagro se convierte en signo de la Resurrección final. No hay límites para el amor salvador de Dios.

La fe debe mostrarse como un trabajo y una lucha viva en favor de la vida, y, por tanto, contra todo lo que hiere a los hombres, a su dignidad, al proyecto de Dios sobre sus vidas y sobre toda la humanidad. Hoy, luchar por la vida significa defenderla en los no nacidos y en los ya nacidos, luchando para no acostumbrarnos al paisaje de los chicos perdiendo la infancia, lavando parabrisas o prostituyéndose por unas pocas monedas. Hoy, luchar por la vida es no conformarnos con que “las cosas sean así” y dejarnos llevar por la corriente, anulando nuestra conciencia.

«El vendrá entre las nubes y todos lo verán, aún aquellos que lo habían traspasado.» (Apoc. 1,7)

EN LA MISA DEL DOMINGO

Consagración al Corazón Inmaculado María

REFLEXIONES VARIAS

Mons. Angel Rossi – 1/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

El Corazón de Cristo es salida, es donación, es encuentro. En él nos hacemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz, y de construir en este mundo el Reino de amor y de justicia. Nuestro corazón, unido al de Cristo es capaz de este milagro social.