ORANDO CON LA PALABRA

El que acumula dinero está necesariamente apegado a él, por eso la acumulación de dinero y el reino de Dios no son compatibles. La escala de valores y las seguridades que busca un hombre orientan su vida y definen su personalidad. Lo invertido en Dios tiene un valor duradero, por eso Jesús complementa esta enseñanza con la de la lámpara y el ojo.

«La lámpara del cuerpo es el ojo». Nuestra mirada da color a todo. Si está enferma, todo lo que vemos estará enfermo. Si no tenemos luz en los ojos, todo estará a oscuras. Para los judíos, el ojo sano simboliza generosidad y el ojo enfermo tacañería. La «lámpara», lo «luminoso», indica el valor positivo que la generosidad comunica al hombre.

«El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo» (Rey.17,14)

Lecturas del Domingo XXXII del Tiempo Ordinario (Ciclo 'B', 2024) –  Comunidad Católica Latina en Bangkok

LA HOMILÍA EN LA PARROQUIA

Gino – 10/11/2024

REFLEXIONES VARIAS

Obispo Oscar Ojea – 9/11/2024

Obispo Jorge García Cuerva – 10/11/2024

CÁRITAS PARROQUIAL

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
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I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

La oración mantiene encendida la lámpara del corazón. Cuando sentimos que nuestro entusiasmo se enfría, la oración lo reaviva, porque nos lleva a Dios, al centro de todo. La oración despierta al alma del sueño y la dirige a lo que importa, a la finalidad de la existencia.