María es maestra en el arte de acompañar la vida, nos muestra que acompañar es salir de nosotros mismos, ir al encuentro del otro con empatía y compasión. Hacernos compañeros de camino, compartiendo el pan, la vida y las preocupaciones. Nos enseña a acompañar sin invadir, ofreciendo apoyo y compañía sin avasallar ni controlar. También nos muestra que acompañar es aprender a soltar para permitir que el otro crezca y siga su propio camino.
María, madre de Jesús y madre de la Iglesia, nos invita a ser compañeros de camino, a acompañar la vida en todas sus etapas, con amor, respeto y libertad. El corazón de María es un puente de amor y compasión que nos conecta con Dios y con los demás. Su vida y enseñanzas nos inspiran a ser mejores personas y a vivir una vida llena de amor, compasión y servicio.