«El Corazón de Jesús como “Fuente Viva”. Jesús nos promete, como a la Samaritana, agua viva. Por eso gritó «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba» (Juan 7,37). Todo cristiano debe convertirse en el pregonero de Dios y gritar también como Jesús. Que todos se acerquen a beber la sangre y agua del Corazón de Jesús. ¡Que bueno, que dulce es habitar en Tu Corazón, Oh Jesús! ¿Quien hay que no desearía esta perla? Prefiero darlo todo, todos mis pensamientos, y todos los afectos de mi alma por El, echando mi mente entera en el Corazón de mi buen Jesús». San Buenaventura
JESÚS MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN
DAME UN CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO