NO HAY LUGAR

(Vatican News) Una Navidad vivida con dolor en Belén, sin peregrinos, sin luces, sin adornos, sin el tradicional árbol de Navidad de la plaza del Pesebre, sustituido por un belén hecho de escombros que recuerda la guerra que se está cobrando miles de víctimas. El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, celebró la tradicional misa de Nochebuena en la iglesia de Santa Catalina de la Basílica de la Natividad. La pequeña capilla de la Gruta, donde se conmemora el nacimiento de Jesús, es demasiado pequeña y no hay sitio para tantos fieles.

En su homilía, el Patriarca partió de este mismo pensamiento: al igual que no había lugar en Belén para María y José, hoy parece que no hay lugar para la Navidad, para la alegría y para la paz, porque el dolor aquí ha afectado a todos, tanto palestinos como israelíes. No hay lugar -continuó- para los habitantes de Gaza que han perdido sus hogares, y no hay lugar en su propia tierra para el pueblo palestino, que lleva décadas esperando que la comunidad internacional encuentre soluciones para poner fin a la ocupación, mientras todos parecen encerrados en su dolor, su odio y su rencor». El Patriarca reza para que Jesús renazca en esta tierra y para que desde aquí se reinicie el camino del Evangelio de la paz para todo el mundo.

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