MONS. MAURICIO EN ROMA

Con motivo del curso anual para nuevos Obispos, monseñor Mauricio Landra, obispo auxiliar, se encuentra en Roma participando de esta instancia de formación que organiza el Dicasterio para los Obispos.

Más de 250 obispos de todo el mundo comparten diversos espacios de encuentro para crecer en la comunión, misión y ministerio al que han sido llamados.

Este jueves, luego de la celebración de la Santa Misa en la Basílica vaticana de San Pedro, los obispos han sido recibidos en audiencia por el Papa Francisco.

Asimismo, como parte del itinerario de esta experiencia pastoral, monseñor Mauricio junto al grupo de obispos argentinos que integran esta delegación, han sido invitados a un momento fraterno en la Embajada Argentina ante la Santa Sede, donde los obispos bendijeron la nueva sede y rezaron a la Virgen de Luján, patrona de la Argentina, fiel cuidadora de la Embajada. +Mauricio nos comparte su gratitud al tiempo que reza especialmente por nuestra arquidiócesis ante la tumba del beato Carlo Acutis, en Asís.

«Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu.» (1 Cor. 12,4)

Pentecostés, B: ¡A dejarse transformar por el fuego del Espíritu Santo! |  Soy Asuncionista

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

Daniel Blanc – 18/1/2025

REFLEXIONES VARIAS

Mons. Jorge García Cuerva – 19/1/2025

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría: (En enero permanecerá cerrada)
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

La anunciada liberación de un grupo de presos de las cárceles cubanas es un gesto de gran esperanza en este año jubilar. Espero que sigamos emprendiendo iniciativas de este tipo, que infunden confianza en el camino de las personas y de los pueblos.

Tanto los israelíes como los palestinos necesitan claros signos de esperanza: espero que las autoridades políticas de ambos, con la ayuda de la comunidad internacional, puedan alcanzar la solución adecuada para los dos Estados.

Cuando en nuestra vida falta el vino de la alegría y del amor, el Señor nos dona su amor con sobreabundancia, trayendo a nuestras vidas el vino del Espíritu Santo, que es el vino de la alegría y de la esperanza.

En el Evangelio De Hoy (Jn 2,1-11) podemos observar dos cosas: la falta y la sobreabundancia. En el banquete de nuestra vida a veces nos damos cuenta de que falta vino. Ocurre cuando las fuerzas perturbadoras del mal nos quitan el sabor de la vida.