«LLEGARÁ EL DÍA QUE EL ESPOSO LES SERÁ QUITADO Y ENTONCES AYUNARÁN» (Mt. 9, 15)
«Nuestro ayuno ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos.
Junto al razonable y santo ayuno, nada más provechoso que la limosna, denominación que incluye una extensa gama de obras de misericordia, de modo que todos los fieles son capaces de practicarla, por diversas que sean sus posibilidades. En efecto, con relación al amor que debemos a Dios y a los hombres, siempre está en nuestras manos la buena voluntad, que ningún obstáculo puede impedir. Por eso, todo aquel que por amor se compadece de cualquier miseria ajena se enriquece, no sólo con la virtud de su buena voluntad, sino también con el don de la paz.» (San León Magno siglo V)
Breve oración para rezar este día:
QUIERO APRENDER A SALIR DE MI MISMO
PARA LUCHAR POR TU REINO SEÑOR