«¿POR QUE BUSCAN ENTRE LOS MUERTOS AL QUE ESTA VIVO?» (Lucas 24, 5)
Esta noche, en efecto, corresponde, como es sabido, al día siguiente, que consideramos como día del Señor. Ciertamente debía resucitar en las horas de la noche, porque con su resurrección iluminó también nuestras tinieblas. No en vano se le había cantado con tanta antelación: Tú iluminarás mi lámpara, Señor, Dios mío, tú iluminarás mis tinieblas (Sal 17,29).Nuestra devoción hace honor a tan gran misterio, para que como nuestra fe, corroborada por su resurrección, está ya despierta, así también esta noche, iluminada por nuestra vigilia, destaque por su resplandor para que podamos pensar, con dignidad, junto con la Iglesia extendida por todo el orbe de la tierra, en no ser hallados en la noche. Para tantos y tantos pueblos que bajo el nombre de Cristo congrega por doquier esta célebre solemnidad, se puso el sol, pero sin dejar de ser día, pues la luz de la tierra tomó el relevo de la luz del cielo.
No obstante, si alguien busca el porqué de la importancia de esta nuestra vigilia, puede hallar las causas adecuadas y responder confiadamente: el mismo que nos otorgó la gloria de su nombre, el mismo que ilumina esta noche y a quien decimos Tú iluminarás mis tinieblas, concede la luz a nuestros corazones, para que del mismo modo que vemos, con deleite para los ojos, el esplendor de esta luz, así veamos también, iluminada la mente, el motivo del resplandor de esta noche. (San Agustín)
Breve oración para rezar este día:
EL SEÑOR NOS LLENA DE ALEGRÍA Y DE PAZ EN LA FE
JESÚS HA RESUCITADO. BENDITO SEA EL SEÑOR. AMEN