
Algunas reflexiones del Papa Francisco:
La Iglesia no es una fortaleza cerrada una tienda de campaña capaz de agrandarse para recibir a todos.
Iglesia con las puertas siempre abiertas.
La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. De modo que si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas.
La Asamblea de Jerusalén nos enseña cómo enfrentar las divergencias y buscar «la verdad en la caridad» (Ef 4,5), nos ayuda a entender que la Sinodalidad es el método eclesial para reflexionar y confrontarse, basado en el diálogo y en el discernimiento a la luz del Espíritu Santo.
Es el Espíritu quien de hecho ayuda a superar las cerrazones y las tensiones, y trabaja en los corazones para que logren la unidad en la verdad y en el bien, para que alcancen la unidad.