
La catedral de Nagasaki también es completamente destruida. Se salva una cruz de madera de un metro y medio de altura. Fue recuperada de entre los escombros por un marino. Con el consentimiento del obispo de la ciudad en ese momento, la lleva a Estados Unidos. En 1982 se entregó al Centro de Recursos para la Paz de Ohio, donde se conservan algunas reliquias de Nagasaki e Hiroshima. La cruz fue devuelta posteriormente a la Iglesia japonesa como signo de paz y reconciliación. «Es un objeto», dijo Tanya Maus, directora del Centro de Recursos para la Paz, «que encarna el sufrimiento de los cristianos de Nagasaki que murieron a causa del bombardeo atómico, y es sagrado para los que pertenecen a la catedral». ‘La cruz’, dijo el entonces arzobispo de Nagasaki, monseñor Joseph Misuaki Takami durante la misa por la paz en la catedral el 9 de agosto de 2018, ‘nos muestra la brutalidad y la locura de la guerra’.