Se conmemora este 26 de junio, el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, una fecha que marca el momento en que, en 1987, entró en vigencia la Convención de la ONU contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
“El sufrimiento es también una llamada a manifestar la grandeza moral del hombre, su madurez espiritual. De esto han dado prueba, en las diversas generaciones, los mártires y confesores de Cristo, fieles a las palabras: «No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma». (…) Y os pedimos a todos los que sufrís, que nos ayudéis. Precisamente a vosotros, que sois débiles, os pedimos que seáis una fuente de fuerza para la Iglesia y para la humanidad. En la terrible batalla entre las fuerzas del bien y del mal, que nos presenta el mundo contemporáneo, venza vuestro sufrimiento en unión con la cruz de Cristo.”
(Juan Pablo II – Carta Apostólica Salvifici Doloris- 11 febbraio 1984)